Las ventajas y los peligros de la tecnología 5G
El 5G se ha convertido en una temática recurrente, sobre todo desde que EE.UU. decidió romper sus relaciones comerciales con Huawei. Se trata de una tecnología en desarrollo que se basa y mantiene las características de su predecesor el 4G: como el envío de mensajes de texto, la navegación por red y la realización de llamadas, pero a mayor velocidad y con una disminución en el nivel de latencia.
Como las próximas generaciones de tecnología inalámbrica, la red 5G promete incrementar la velocidad de los datos hasta 100 veces, compitiendo con las redes de banda ancha más rápidas. El 5G es capaz de agilizar la navegación por internet a 5.000 megabits por segundo y reducir la latencia por debajo de un milisegundo, lo que resulta clave en el tiempo que tarda en cargarse una página web.
La tecnología 5G disminuirá en gran medida el tiempo de conexión entre dispositivos y servidores, lo que resulta esencial por ejemplo en el caso de los coches automatizados ya que hará que la comunicación con el resto de vehículos, sensores o centros de datos sea casi instantánea.
Otra de las ventajas de esta nueva etapa tecnológica, será la rapidez para subir y descargar contenidos de la red, 20 veces mayor que con la tecnología 4G (10 gigabits por segundo). Si en la actualidad tardamos 6 minutos en descargar una película de 2 horas de duración, con las 5G este proceso no requerirá más de 15 segundos.
A nivel internacional, grandes compañías como Samsumg y Ericcson están desarrollando prototipos que puedan soportar las 5G. En España, Telefónica es la empresa que más ha invertido en tecnología y despliegue de infraestructuras y prevé ofertar los primeros servicios en 2020. De, hecho el pasado noviembre colaboró con Huawei para llevar a cabo la primera conexión con tecnología 5G, a través de una videollamada Málaga-Londres.
De momento, la red 5G ya está disponible en algunas localizaciones de prueba en Estados Unidos. En abril, la Casa Blanca mostró un gran interés de forma oficial en la carrera del 5G, cuando el presidente Donald Trump lo tildó de "asunto importante" al cambiar la forma en que los estadounidenses trabajan, aprenden, se comunican y viajan.
En diciembre, la Comisión Federal de Comunicaciones emprenderá la subasta de espectro más grande en la historia de EE.UU. —poniendo 3.4 GHz ondas en el mercado para liberalizar el espacio para comunicaciones 5G.
Solo es viable en distancias cortas
La red 5G puede utilizar cualquier banda de espectro, pero prospera en un rango de frecuencia de 30 a 300 GHz, por lo que un inconveniente clave es que estas señales viajan sólo a distancias cortas. Las longitudes de onda en esta banda varían de 1 a 10 mm y no pueden llegar muy lejos, además se deterioran fácilmente.
Debido a que las longitudes de onda milimétricas son cortas, necesitan más antenas para conectarse. El 5G requiere una red mucho más densa. Para que los usuarios podamos disponer de la tecnología 5G es necesaria la instalación de miles de torres de reducido tamaño sobre cada uno de los postes de luz, dentro de cada vivienda y, de forma potencial, en cada habitación. Este hecho hace, que el 5G sea factible principalmente para las zonas más pobladas.
El 5G acentuará la brecha digital
La naturaleza de las infraestructuras 5G hace que funcionen bien en áreas densas, por ello es más factible este tipo de tecnología se instaure en áreas muy pobladas, donde se puedan colocar muchas antenas juntas. Ante la pregunta ¿habrá 5G en áreas rurales? La respuesta es sí, pero no será sobre antenas de alta-frecuencia si no donde está el 4G, por lo que no podrán disfrutar de un servicio de alta-capacidad.
Este hecho plantea otro desafío: la ampliación de la brecha digital por geografías. Se trata de un problema real, ya que hay demasiados usuarios que no disponen de servicio de banda ancha y muchos que tienen un servicio de poca calidad pues resulta más difícil y caro proporcionar servicio alámbrico e inalámbrico en áreas rurales o mal conectadas.