La agilidad comienza desde el Gobierno Corporativo
El gobierno corporativo permite a las empresas ser más ágiles y eficientes en la toma de decisiones, sin perder de vista su filosofía y la consecución de sus objetivos. Por ello, cada vez más los capitales se sienten atraídos por empresas que demuestran tener un buen Gobierno Corporativo.
En los últimos años, el contexto económico-financiero ha convertido la viabilidad de la organización en una cuestión clave para la dirección de cualquier empresa. Al mismo tiempo, el concepto de buen gobierno ha emergido como un mantra entre quienes promulgan, con criterio, soluciones a las últimas crisis empresariales y financieras. Pero, ¿a qué se debe esta insistencia? ¿Se trata de un modelo únicamente aplicable al Ibex35? ¿En qué beneficia realmente a las organizaciones?
El Gobierno Corporativo se define como un marco liderado por la dirección de la compañía donde se determinan los valores, cultura, políticas, procesos y normas que marcarán el ámbito de actuación de la dirección y del resto de miembros de la organización, con independencia de su tamaño o sector de actividad. No se trata sólo de que las compañías cumplan con lo establecido en el Código Unificado de Buen Gobierno de las sociedades cotizadas; se trata de crear una filosofía que acompañe a toda la empresa en su gestión del día a día.
Para entender su verdadero alcance, podríamos hablar de responsabilidad, legalidad, ejemplaridad, de caminos para ponerse a la vanguardia en la gestión de organizaciones y de un sinfín de beneficios que se asocian al modelo de buen gobierno corporativo, todos ellos con importantes repercusiones en el valor percibido de las compañías y, por tanto, en la viabilidad a largo plazo de las organizaciones.
Sin embargo, el motivo más alegado en este momento por las empresas españolas para la implantación de un sistema de gobierno corporativo es el de mejorar la reputación de la organización para atraer capitales y optimar su posición frente a los medios externos de financiación.