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RISK IN CONTEXT

El caso Huawei

Martes, 18 Junio 2019

La decisión de Estados Unidos de romper las relaciones con Huawei, materializada a través de la interrupción de las actividades comerciales con los grandes gigantes tecnológicos estadounidenses, abre un entorno de incertidumbre hasta ahora desconocido y cuyas consecuencias a diversos niveles son todavía difíciles de evaluar.

Ante las noticias del último mes en relación con este asunto, surge la duda de si la decisión de Estados Unidos ha sido motivada por la guerra comercial que mantiene con China o si son cuestiones que van más allá de la mera guerra comercial.

En estos términos el informe publicado el pasado mes de marzo por el gobierno del Reino Unido advierte de riesgos de ciberseguridad “críticos”, alertando de que la empresa puede representar un riesgo de seguridad para la infraestructura de seguridad.

¿Quién pagará las consecuencias?

Debido a la decisión que ha tomado EE.UU. sobre Huawei analizamos la situación y pese a la rápida respuesta de Huawei a sus usuarios y la afirmación pública de que tiene un plan B –la creación de un nuevo sistema operativo totalmente nuevo con aplicaciones diferentes-, en Marsh observamos la creciente incertidumbre en torno a dos cuestiones: la funcionalidad de sus dispositivos y su (in)capacidad de alineamiento con las aplicaciones comercializadas en Europa; y la seguridad del software sustitutivo, que propone Huawei, para suplir las deficiencias provocadas por esta restricción norteamericana.

Durante los primeros días, tras la difusión de la noticia, se observó una caída de ventas del negocio de móviles y dispositivos de la compañía china en Europa y Latam, sin embargo el mayor riesgo lo puede sufrir su otra gran línea negocio: el despliegue de infraestructuras para la implantación de las redes 5G en el mundo, que proporciona una relación instantánea instrucción/respuesta y que es necesaria para dispositivos como el coche autónomo o intervenciones quirúrgicas con soporte remoto. De hecho, numerosos proyectos de despliegue de la infraestructura 5G a nivel gubernamental así como estrategias empresariales dependientes de la velocidad que aporta esta tecnología sobre los que ya estaba trabajando Huawei pueden verse interrumpidos, agravando incluso más el impacto sobre la empresa.

En línea con lo anterior, percibimos que muchos de los proveedores de componentes críticos de Huawei son norteamericanos, y existe la posibilidad de que se produzca un fallo en la cadena de suministro de la firma que afecte, como consecuencia, a otras organizaciones. Por eso se espera que la compañía establezca nuevos acuerdos comerciales con otros proveedores.