La estafa de los alquileres turísticos, un problema in crescendo
-Los períodos vacacionales y las ubicaciones más populares constituyen un foco de ataque para los ciberdelincuentes
Normalmente vamos a Jávea de vacaciones. Como cada año me dispuse a buscar un apartamento por Internet. Se llamaba Vacaciones DeLuxe y parecía estar muy bien. Lo alquilé por 1.089 euros durante 15 días. Llamé al teléfono de contacto y me dijeron que para esas fechas estaba disponible. Había visto imágenes del piso en la web y todo parecía normal. Me pidieron adelantar la mitad del dinero y me mandaron un contrato que detallaba todo. El precio de alquiler estaba por debajo de lo habitual, pero no era una diferencia de precio abismal, por lo que pensé que se trataba de una oferta por contratarlo con cinco meses de antelación. Cuando llegamos, la casa ya estaba ocupada por otros inquilinos. Intenté localizar a la persona que me lo había alquilado, pero el número ya no existía y fue imposible contactarle por cualquier otra vía. Descubrimos que no era el dueño real del piso, nos habían estafado. Lo que acaba de leer es un simple ejemplo de la situación a la que se enfrenta un amplio número de personas cada verano.
La ciberdelincuencia aumenta por segundos y las estafas de alquiler de pisos por internet se perfeccionan, siendo cada vez más profesionales y más difíciles de identificar. Uno de los métodos más utilizados por los ciberdelincuentes es redirigir a su víctima a una página web falsa que simula casi a la perfección el portal de plataformas como Airbnb, Idealista, Fotocasa… Esta práctica resulta cada vez más sencilla para los estafadores que tienen a su disposición herramientas como Land Lordz. Se trata de un servicio de suscripción para delincuentes informáticos que les proporciona y facilita la simulación, creación y gestión de ofertas fraudulentas y páginas web falsas con un diseño profesional y casi idéntico al de las plataformas oficiales.
Solo el año pasado, la Policía Nacional desmanteló una organización criminal de ciberdelincuentes especializados en la estafa de alquileres turísticos. Se detuvieron a más de 45 personas implicadas en fraudes por valor de más de 400.000 euros.
Los estafadores anunciaban pisos por Internet en las principales páginas del sector haciendo uso de redes de wifi públicas o hackeadas. Una vez eran contactados por algún interesado, persuadían a la víctima con cualquier pretexto y desviaban el pago fuera de la plataforma oficial. Otro de sus modus operandi era simular páginas web idénticas a las originales. La banda robaba a sus víctimas un importe medio de 1.000 euros, aunque en algunos casos esta cifra ascendía a los 3.000 cuando se les pedía el dinero equivalente a varios meses de fianza.
A veces, la pérdida económica que supone la cantidad estafada es el mal menor al que uno se puede enfrentar. En numerosos casos, los criminales se hacen con las tarjetas bancarias del usuario a través de estas páginas web falsificadas y posteriormente las usan para comprar artículos en el extranjero. En otros, este tipo de estafas pueden acarrear problemas más graves que la pérdida económica. En ocasiones, se produce la usurpación de la identidad de la persona estafada. Los delincuentes solicitan a sus víctimas documentación como el DNI, número de pasaporte, permiso de conducir etc., que luego usan para publicar ofertas falsas. De este modo, las propias víctimas pueden llegar a ser denunciadas por presunta estafa.
Con el fin de evitar este tipo de fraudes que pueden llegar a arruinarnos el verano y provocar un estrago en nuestro bolsillo, deberemos tener en cuenta una serie de aspectos útiles a la hora de planificar nuestras vacaciones:
-Durante el proceso de búsqueda y reserva, debemos confirmar que las webs que visitamos dispongan de un certificado de confianza válido. Esto lo podemos comprobar mirando el candado verde en la barra de direcciones de nuestro navegador. Aunque esta medida no es 100% fiable, nos aporta un grado de seguridad adicional, ya que los datos que se transmiten al servidor lo harán cifrados.
-Cuando hayamos realizado una reserva, cuidado con los emails de phishing que intenten suplantar a las entidades de pago, bancos o conocidas webs de reservas. Debemos comprobar siempre hacia dónde nos direcciona un enlace contenido en un email o sms y, en caso de duda, mejor teclear nosotros mismos la url en la barra de direcciones de nuestro navegador. Además, debemos comprobar las notificaciones, facturas pendientes de pago, etc. También es bueno evitar en la medida de lo posible, realizar pagos fuera de estas webs (ya sea por transferencia o mediante dinero en efectivo).
-A la hora de pagar, una opción es utilizar una pasarela de pago que no comparta los datos de nuestra tarjeta de crédito con la compañía que gestiona la reserva. De esta forma, sólo un proveedor de servicios de pago dispondrá de ellos y no los compartiremos con todas las empresas a las que realizamos un pago.
-Si tenemos pensado llevarnos nuestros dispositivos electrónicos, es un buen momento para actualizar la copia de seguridad de nuestros teléfonos, tablets, ordenadores… De manera que si extraviamos un dispositivo, tengamos una manera rápida de recuperar gran parte de la información que teníamos almacenada.
De la misma forma, no debemos bajar la guardia durante las vacaciones:
-Hay que limitar el uso de redes de wifi públicas y tener cuidado con introducir contraseñas o información personal en formularios webs cuando naveguemos a través de este tipo de puntos de acceso a internet, ya que el tráfico de red podría estar siendo capturado (y con ello nuestras contraseñas y datos). Como solución, podemos usar los datos móviles de nuestra operadora o utilizar una conexión VPN para cifrar el tráfico.
-La geolocalización puede traernos más de un quebradero de cabeza ya que al subir fotos a las redes sociales, éstas pueden indicar nuestra localización actual. Información que quizás no nos interese compartir públicamente pues estamos dando pistas de que nuestra residencia habitual se encuentra deshabitada.
Además, existen ciertos elementos que se repiten de forma continua en los anuncios falsos y que nos pueden ayudar a identificar una estafa. Por ejemplo, las ofertas fraudulentas suelen esconderse detrás de un mensaje automatizado, de tal manera que si la anunciante del piso es una mujer y en el anuncio se refiere a sí misma como “propietario” deberíamos empezar a dudar. Otra de las características que suelen reunir este tipo de timos es que el arrendatario a menudo alega residir en un país extranjero para evitar un encuentro cara a cara. Se suele invitar al usuario a formalizar el pago por una vía diferente a la que se ha utilizado para el contacto. Y por último y no menos importante, hay que desconfiar siempre que se trate de ofertas con precios extremadamente bajos.