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Risk in Context

4 formas de prepararse para otra temporada activa de huracanes

Martes, 26 Junio 2018

Durante el año 2017, los huracanes Harvey, María e Irma tuvieron efectos catastróficos en Estados Unidos y el Caribe, y actualmente se encuentran dentro del top 5 de los más costosos de la historia, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. De acuerdo a la información facilitada por National Hurricane Center (NHC) en USA, se prevé una temporada similar de huracanes en el año 2018, por lo que parece el momento de tomar decisiones que puedan ayudar a prevenir y mitigar los riesgos expuestos.

¿Qué aprendimos en 2017?

El gran número de tormentas, terremotos e incendios forestales que tuvieron lugar en 2017, fue un desafío para todo el mundo: empresas, empleados, aseguradoras, ajustadores, consultores, gobiernos, servicios públicos, distribuidores y proveedores. Siempre que sucede un evento catastrófico se incrementa la demanda de las empresas para contar con profesionales de experiencia cualificada, buenos equipos, mano de obra, energía y combustible. En este sentido, se pudo comprobar que la gran mayoría de los negocios afectados, no disponía de una gestión de riesgos adecuada, así como de los preventivos planes de continuidad de negocio. Esta situación, agravada por la concatenación de varios eventos en un corto periodo de tiempo, supuso retrasos en la evaluación de las pérdidas, presentación de las reclamaciones, y posterior recuperación de indemnizaciones.

Desafortunadamente, una gestión de riesgos a contrapié produjo que los diferentes términos y condiciones de las pólizas de seguros, que no habían sido completamente estudiadas antes de las pérdidas, estuviesen abiertos a diferentes interpretaciones por parte de los asegurados, aseguradoras y asesores legales. Esto produjo una dilación de un proceso normal de reclamaciones, teniendo en cuenta la variedad interpretativa de los distintos agentes intervinientes.

Desde nuestro punto de vista, las empresas que se vean afectadas por los huracanes de este año, ya sea porque se encuentran en regiones  propensas a tormentas, o porque dependen de distribuidores y proveedores de dichas regiones, entendemos que deben considerar realizar, al menos, los siguientes pasos previos.

  • Revisar los planes de continuidad de negocio y su red de cadena de suministro

Un evento de huracán podría afectar a las operaciones normales de una empresa, a las de sus proveedores y a las infraestructuras críticas, incluida la energía, las telecomunicaciones, las carreteras, los aeropuertos, los ferrocarriles y los puertos marítimos. Es recomendable conocer las ubicaciones específicas de los distribuidores y proveedores, para que pueda garantizarse la mejor continuidad del negocio. También hay que considerar proveedores alternativos y métodos de envío para evitar o limitar las interrupciones en su cadena de suministro.

  • Ayudar a tus empleados

Si el negocio se ve afectado por un huracán, es casi seguro que los empleados y sus familias también lo estarán. Antes de un evento de estas características, se debe ayudar a los empleados a prepararse, incluso poniéndoles a salvo. Antes, durante y después del impacto, es necesario mantenerse en contacto con ellos y prepárese para facilitar la asistencia humanitaria, incluida una guía sobre cómo pueden gestionar sus propios siniestros.

  • Comprender la cobertura de las pólizas vigentes, y el proceso de gestión de siniestros

Cada evento causará su propio daño y traerá consigo incógnitas sobre la cobertura de daños de propiedad, pérdidas de beneficio, responsabilidades a terceros, etc.... Antes de que llegue un huracán, hay que asegurarse comprender las definiciones clave de las pólizas, como los sublímites para inundaciones, de CAT NAT y otras áreas de cobertura, entre otros términos. También es importante establecer un marco de actuación y un protocolo con las aseguradoras para saber cómo reunir la información y presentar un siniestro una vez sucedido el evento. Esto resulta importante, dado que después de una situación de emergencia y catástrofe, la falta de protocolos, y conversaciones previas, dilatan el proceso normal de gestión de un siniestro.

  • Conocer tus bienes

Desde nuestro punto de vista, resulta básico poder demostrar la preexitencia de los activos asegurados, así como los distintos estados de mantenimiento antes de una catástrofe. Las imágenes de satélites, drones y helicópteros pueden proporcionar una imagen más completa del valor de su propiedad y de los riesgos potencialmente ocultos antes del siniestro. El uso de tecnologías aéreas durante y después de una catástrofe puede presentar riesgos adicionales, así que es recomendable ser prudente y llamar a expertos externos de ser necesario.

Con una nueva temporada de huracanes a la vista, entendemos que se deba administrar proactivamente la preparación ante riesgos, y la capacidad de recuperación y respuesta posterior al evento. El uso de estas pautas puede ayudar a que los empleados  se mantengan seguros y la empresa reanude rápidamente sus operaciones normales.