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RISK IN CONTEXT

La seguridad del paciente, un grave problema en todo el mundo

Martes, 08 Mayo 2018

En el año 2017, el Defensor del Paciente recibió un total de 13.983 denuncias por negligencias médicas  en España debido a una mala praxis, como intervenciones mal realizadas, altas precipitadas, atención deficiente, infecciones hospitalarias y retrasos en ambulancias, entre otras causas. Del total de negligencias,781 provocaron muertes debido, sobre todo, al error de diagnóstico.

Año tras año las cifras relacionadas con este tipo de reclamaciones continúan siendo alarmantes, pero no solo en España. La Organización Mundial de la Salud determina la seguridad del paciente como un principio fundamental de la atención sanitaria y, a pesar de ello, sigue siendo un grave problema.

¿Por qué ocurre esto? Principalmente, por el cierto grado de peligrosidad inherente a cada uno de los pasos del proceso de atención de salud. Los eventos adversos, o daños y complicaciones no intencionados relacionados con la asistencia sanitaria, pueden ser consecuencia de un amplio abanico de causas, desde la práctica clínica hasta problemas de los productos, de los procedimientos o del método.

Perfeccionar la seguridad del paciente requiere por parte de todo el sistema un esfuerzo complejo, como la mejora del desempeño y de la seguridad, así como una óptima gestión del riesgo típico de las estructuras sanitarias. De hecho, en estas estructuras no solo se dan riesgos clínicos sino que también están expuestas a riesgos relacionados con las tecnologías de la información, reputacionales, legales, financieros, así como la tutela de bienes y personas.

¿Cómo gestionar los riesgos clínicos? El primer paso es la definición del perfil de riesgo de la organización. Para ello, es necesario realizar un análisis de diferentes datos como las reclamaciones por daños y perjuicios, un análisis de los eventos centinela (cirugías en el sitio equivocado, complicaciones quirúrgicas graves, errores en prescripción y administración de medicamentos que lleven a la muerte o accidentes anestésicos, entre otros), así como del resto de eventos adversos.

Una vez efectuado el análisis estadístico y benchmark, tanto con información del sector sanitario español como con del resto del mundo, la implementación de soluciones estratégicas de gestión de riesgo clínico a nivel corporativo es un elemento clave. Esta gestión se basa en la detección de las principales fuentes de riesgo, para la cual es conveniente utilizar una metodología que combine datos, tecnología y análisis, y que permita personalizar el análisis del riesgo de acuerdo con las preocupaciones más relevantes de los profesionales de atención sanitaria.

Entre las diferentes ventajas que se obtienen de este tipo de metodologías de gestión de riesgos, te permite obtener un conocimiento profundo del riesgo de la organización a 360º, una optimización de los recursos para dedicar a la gestión de los riesgos y facilita el establecimiento de un orden prioritario de las intervenciones que se llevarán a cabo a través de la creación de un plan de mejora. Además, a los profesionales sanitarios les abrirá la posibilidad de conocer el valor de su riesgo y tomar decisiones informadas sobre cómo gestionar de manera óptima, tanto su retención como su transferencia.