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RISK IN CONTEXT

Global Risks Report 2021: 3 prioridades para los profesionales del riesgo

Jueves, 04 Marzo 2021

El trabajo del Risk Manager (gerente de riesgos) parece ser cada vez más complejo, desafiante y estratégico para el éxito de una organización. Aunque la vacuna contra la COVID-19 trae consigo el optimismo de que pronto volveremos a una cierta normalidad, la pandemia ha provocado que la gestión de riesgos cobre más importancia que antes.

Actualmente las empresas se centran en la recuperación, en el replanteamiento de sus estrategias a corto y largo plazo y en el desarrollo de resiliencia a futuros eventos adversos.  El epicentro de todo ello; la gestión de riesgos. Pero para prosperar y sacar ventaja a los competidores, las organizaciones necesitan analizar el riesgo desde otra perspectiva.

Riesgos cada vez más complejos para las empresas

Cada año, el Global Risks Report publicado por el Foro Económico Mundial en colaboración con Marsh & McLennan, analiza los principales riesgos que más preocupan a los líderes empresariales. El informe de este año -la 16ª edición- se basa en una encuesta realizada a casi 700 expertos y responsables de la toma de decisiones en todo el mundo y las conclusiones que se pueden extraer tienen un gran valor para los profesionales del riesgo.

No es sorprendente que las enfermedades infecciosas, los riesgos cibernéticos y el cambio climático sean los tres principales riesgos mundiales identificados en la encuesta de 2021. El informe además señala las consecuencias a largo plazo de la pandemia, incluyendo una mayor erosión de la cohesión social como resultado de una crisis de los estilos de vida y el aumento de la desigualdad digital y social. Aunque en ediciones anteriores del informe -incluida la primera, publicada en 2006- se han analizado en ocasiones los riesgos de una posible pandemia para las organizaciones, a menudo se han pasado por alto o se han subestimado.

En la actualidad, las empresas se enfrentan a grandes retos y se espera que la incertidumbre se mantenga incluso después de que los efectos de la pandemia desaparezcan. Los líderes empresariales se están dando cuenta de que deben vigilar estos tres factores críticos de riesgo:

-          Político: Las diferentes trayectorias e impactos de los paquetes de estímulo en todo el mundo y la capacidad de desplegar rápidamente la vacuna influirán en gran medida en la velocidad de la recuperación económica. Mientras tanto, la falta de cooperación mundial -como lo demuestran el Brexit y la continua rivalidad entre EE.UU. y China- contribuirá a más disputas comerciales, aranceles y otros resultados adversos que pueden dañar las cadenas de suministro y los resultados finales.

-          Social: Los consumidores, los empleados y los inversores esperan que las empresas reflejen sus valores, y están examinando de cerca sus prácticas, especialmente en relación con el cambio climático y otras cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).

-          Tecnológico: La rápida digitalización y el trabajo a distancia han aumentado exponencialmente las exposiciones cibernéticas, lo que se traduce en una mayor complejidad y una menor seguridad.

Estos factores son lo suficientemente preocupantes por sí solos, pero a menudo se superponen. La pandemia ha demostrado que las enfermedades infecciosas pueden suponer mucho más que una amenaza para la salud: pueden poner en peligro el empleo, los estilos de vida, paralizar las economías, interrumpir las cadenas de suministro y fracturar las sociedades. Los fenómenos meteorológicos extremos, las amenazas a la ciberseguridad, etc., pueden generar o exacerbar otros riesgos, con muchas consecuencias imprevistas para las empresas y los gobiernos.

Reforzar la gestión del riesgo

Esta mayor fragilidad y complejidad significa que las organizaciones deben adoptar un nuevo enfoque para gestionar el riesgo. Tienen que analizar el riesgo desde una perspectiva diferente a la del pasado - y reforzar aquello en lo que no se han centrado antes.

Para ayudar a las organizaciones a prosperar en esta nueva etapa, los profesionales del riesgo deben centrar su trabajo en tres áreas:

-          Repensar las estrategias de gestión de riesgos. Las herramientas anteriormente en desuso, como los análisis cuantitativos y basados en escenarios, pueden ayudar a anticiparse a retos complejos y a encontrar soluciones innovadoras para ellos.

-          Colaboración, diversidad e inclusión. A la hora de buscar soluciones a problemas complejos, ¿por qué no involucrar más áreas y personas en la discusión? Una mayor diversidad cultural e inclusión en los equipos de gestión de riesgos puede aportar nuevos talentos con nuevas perspectivas que pueden resultar muy valiosas.

-          Reevaluar las estrategias de riesgo de la empresa. Las organizaciones que consideran el riesgo de forma más holística y estratégica pueden obtener importantes beneficios. Un marco de gestión de riesgos empresariales que permita a las organizaciones identificar y valorar sistemáticamente los riesgos, evaluar y gestionar sus causas fundamentales, y medirlos y supervisarlos, puede tomar decisiones más inteligentes y superar a sus competidores.

Además de tomar estas medidas dentro de las organizaciones, los profesionales del riesgo deben apoyarse en asesores de riesgo. En una época de desafíos macroeconómicos complejos para las empresas, y en un mercado de seguros difícil, el asesoramiento adecuado puede ser fundamental. Trabajar con un asesor que ayude a medir el impacto de los riesgos, a crear programas de seguros eficaces y a desarrollar planes de respuesta sólidos puede mejorar la resiliencia a las amenazas que podrían surgir en el futuro.