Seguro contra delitos: el guardián silencioso

Cada vez que viajamos o salimos de vacaciones y dejamos nuestra residencia sola, seguramente muchos hemos tenido la sensación de inseguridad. Aquellos que tenemos negocios también sufrimos cierto temor cada vez que cerramos las puertas luego de finalizada la jornada o cuando tenemos que movilizar nuestros activos. De hecho, según la última encuesta realizada por el Ministerio de Seguridad (Minseg) y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) de la Contraloría de la República de Panamá, el índice de victimización a raíz de actividad delictiva fue de 17% en el 2016 (al momento de escribir este texto aún no se publicaban las cifras de 2017).
Como personas y directivos responsables, tomamos todas las medidas necesarias para dificultar la ocurrencia de eventos delictivos en nuestras casas o negocios. Sin embargo, la prevención no siempre puede evitar la materialización del riesgo, con el consiguiente impacto en nuestras finanzas personales o del negocio cuando ocurre el siniestro. Una de las soluciones más prácticas para transferir este riesgo, una vez tomadas las adecuadas medidas de prevención y mitigación, es el seguro de delitos.
¿Qué cubren estas pólizas?
● Asalto dentro del local: es una cobertura diseñada para amparar las pérdidas sufridas como consecuencia de robo llevado a cabo dentro del local asegurado, mediante agresión violenta o amenaza de agresión inminente contra la vida o integridad física del asegurado y sus empleados.
● Asalto fuera del local: robo llevado a cabo fuera del local ocupado por el asegurado, mediante agresión violenta inminente al asegurado o a personas empleadas por él, mientras los bienes asegurados son transportados por dichas personas.
● Robo con forzamiento: ampara el apoderamiento ilegítimo de bienes que se encuentren dentro del local o residencia, por personas que haciendo uso de la violencia dejen señales visibles en el lugar por donde penetraron a dicho local.
● Robo con forzamiento a caja fuerte: es el robo de bienes que se encuentren dentro de la caja fuerte plenamente identificada en las condiciones particulares de la póliza, por cualquier persona que fuerce, destruya o se lleve la mencionada caja.
● Fidelidad de empleados: cubre al asegurado por las pérdidas de sus bienes, dinero y/u otros bienes tangibles a causa de cualquier acto o actos fraudulentos cometidos por cualquiera de sus empleados, ya sea actuando solo o en colusión hasta un monto que no exceda al indicado como límite de responsabilidad.
Considerando lo anterior, al emitir pólizas de seguros contra delitos, las aseguradoras prestan especial atención al giro del negocio y a las medidas de seguridad empleadas para prevenir siniestros, realizando inspecciones minuciosas de los inmuebles a asegurar. Las recomendaciones resultantes de dicha inspección son de gran importancia para los asegurados ya que tienden a prevenir, de acuerdo con la experiencia en el manejo de muchos siniestros por parte de las aseguradoras.
A diferencia de un seguro de daños generales o de responsabilidad general, la contratación de un seguro contra delitos tiene la gran ventaja de cubrir pérdida de dinero, valores, falsificación de documentos, acto deshonesto de un colaborador y robos o asaltos dentro y fuera del local. De tal forma, tiene a su alcance una solución práctica y viable de transferir riesgo y salvaguardar su patrimonio.