El mercado asegurador de Panamá: Un universo de oportunidades
Panamá se consolida como un centro bancario y logístico de carácter internacional. Primero por su alto grado de madurez, y en segunda instancia porque está continuamente en fase de desarrollo. Esto último es aún más latente tras la ampliación del Canal de Panamá y por las numerosas iniciativas para reforzar aún más su peso en la región y a nivel global. Ejemplo de ello es el desarrollo de las áreas próximas al Canal y la finalización del tercer puente, que abrirá comunicaciones con la costa oeste caribeña y el centro del interior de la república y el desarrollo del nuevo puerto.
Dentro de todo este momentum, la actividad aseguradora de Panamá tampoco se queda atrás. Panamá cuenta con casi todos los ingredientes propios para ser considerado un mercado asegurador de primer nivel:
● Una superintendencia de seguros con carácter independiente y con financiación suficiente para permitirle desarrollar sus funciones.
● Una asociación gremial de aseguradoras que reúne a 21 de las 26 aseguradoras registradas y autorizadas para operar en el país.
● Asociaciones gremiales que agrupan a los distintos actores de la mediación profesional y que hoy suponen más de 2.900 licencias.
● Un marco regulatorio extenso y moderno que, según diversas voces, aún tiene recorrido para continuar evolucionando.
La pieza faltante en el mercado asegurador de Panamá
Pero entonces, ¿qué hace falta? Posiblemente, si lo comparamos con países del entorno, vemos que está en una posición destacada respecto de su influencia en la economía del país (penetración), pero, comparado con el resto del mercado asegurador de Latinoamérica, se encuentra casi a nivel promedio y con tendencia negativa.
Convirtiéndose en un reflejo de la situación económica y social general del país: Las ventas de autos se contraen, el nivel de bancarización aún está lejos de los niveles de otras economías desarrolladas, la accesibilidad a la compra de seguros y la distribución de la renta. Estos elementos suponen retos para reducir la brecha de protección de seguros (particularmente en no vida) y alcanzar mayores niveles de profundización, ya que el PIB crece pero no lo hacen (o no al mismo ritmo) las primas de seguros.
Sin embargo, este es un escenario desafiante y estimulante para Marsh Panamá y todos los que trabajamos en la industria aseguradora en este pequeño pero bonito país. Somos muchos los actores involucrados en esta tarea y esto le imprime al día a día un gran dinamismo en el mercado asegurador de Panamá, condicionado por la fuerte competencia y la constante identificación de nuevos riesgos, a los que, hasta ahora, nuestra sociedad no estaba expuesta.
Soluciones personalizadas en el mercado asegurador de Panamá
Desde el punto de vista de la innovación, en Marsh Panamá estamos trabajando duro para “tropicalizar” soluciones, adaptarlas a la realidad panameña y ponerlas al alcance de nuestros clientes y socios estratégicos, facilitando la distribución a través de nuevos canales que hacen que el consumidor de seguros tenga más opciones para reducir su brecha de protección.
Hace muy poco el mercado asegurador panameño asumió el reto de marcar un hito en la evolución de sus productos, con la implementación del programa personalizado Paga Como Conduces de BANESCO. Por primera vez en Panamá y en la región se integró la tecnología telemática con los seguros para generar la primera experiencia de seguros basados en el comportamiento del cliente. Otras experiencias destacables son la disponibilidad de compra de seguros a través del celular con webs de aseguradoras.
Considerando lo anterior, para calar en el mercado asegurador de Panamá ya no sólo basta con recurrir a marcos referenciales o ejemplos a nivel mundial. Tenemos que implementar herramientas de análisis y medición que nos permitan “customizar” nuestras soluciones teniendo en cuenta las necesidades del cliente y factores clave del contexto panameño.